Respuesta de RAWA al “Milagro de Afganistán”
publicado en el Seattle Times (4 de octubre de 2005) por Diane Tebelius


¿El “Milagro” o una burla a Afganistán?


Diane Tebelius, candidata republicana al Congreso y observadora de las elecciones afganas patrocinada por el Instituto Republicano Internacional, es tal vez la primera observadora de las elecciones que no ha perdido el tiempo en comunicar su opinión en The Seattle Times del 4 de octubre de 2005.

Hace unos días la Sra. Tebelius regresó de Kabul a los Estados Unidos. Escribo esta nota desde mi pisoteado país en respuesta a su atroz artículo. Como miembro de RAWA, tuve que viajar a varias provincias para encontrarme con la mayor cantidad de gente posible relacionada con las elecciones. Tebelius puede disfrutar del lujo de estar sentada en su casa y llamar fácilmente “el milagro de Afganistán” a la burla de una elección, mientras yo lloro junto a otras personas en el infierno de los terroristas del Taliban, de la Alianza del Norte y sus cómplices “occidentalizados”. Tebelius y otros observadores de las elecciones con sus chalecos antibalas y sus guardaespaldas estuvieron en las manos de los soldados norteamericanos y de agentes afganos. Tal vez les contaron sobre la “rápida propagación de la democracia”, “prosperidad”, “seguridad absoluta” y otros “milagros” en nuestra tierra de guerreros y beneficiarios de países extranjeros. Por otro lado, ya que ella fue seleccionada por el gobierno norteamericano que trajo a Karzai y a la Alianza del Norte a la escena, no es sorprendente que ella no llame a las cosas por su nombre.

Una de sus declaraciones milagrosas es: “El pueblo afgano ve a los norteamericanos como liberadores”.

¡Una proclamación distorsionada! Como hemos afirmado y demostrado en repetidas ocasiones, todas las bandas fundamentalistas, incluyendo el Taliban, fueron creadas, financiadas y entrenadas por la CIA sin que les importe siquiera el bien del pueblo afgano y la consecuencia de tal siniestro apoyo al destino de la libertad y la democracia en nuestro país. Entonces, la guerra de los Estados Unidos al Taliban no es más que una pelea familiar entre un padre y sus pícaros hijos. Estados Unidos comenzó la pelea al no reemplazar la tiranía religiosa por la democracia, al no confiar en la gente pero sí al quedarse al lado de la Alianza del Norte, el peor de los enemigos de nuestro pueblo. No hace falta decir que los afganos nunca verán como “liberadores” a aquellos que condujeron a los lobos del Taliban por una puerta y desencadenaron a los perros rabiosos de la Alianza del Norte por otra. ¿Cómo una nación puede ver como “liberadores” a aquellos que dieron el terrible golpe para desmenuzar no a los terroristas sino a miles de inocentes? ¿Cómo pueden los afganos “ver a los norteamericanos como liberadores” cuando los “liberadores” van a ganarse a sus hombres en el gobierno y en el Parlamento para aprobar el establecimiento de las bases de los Estados Unidos en nuestra tierra por décadas, lo que obviamente va en contra de la independencia de nuestro país? Nuestra gente dice que si Estados Unidos fuera su liberador, no debería haber permitido que aproximadamente 200 criminales y enemigos de la democracia allanen su camino al parlamento y al consejo provincial. Después de cuatro años la gente ve que las promesas de los “liberadores” eran todas mentiras. Y tenga en cuenta, Sra. Tebelius, que nuestra destrozada gente no tiene dudas que aquellos con historias vergonzosas de Abu Ghraib no pueden ser sus “liberadores”. ¿Es necesario que detallemos los abusos de los “liberadores” en Afganistán?

Incluso los muy bien remunerados voceros gubernamentales no tienen el coraje ni de pronunciar semejante disparate abiertamente ante la gente de Afganistán. Pero la Sra. Tebelius, como agente de los Estados Unidos y buena amiga de uno de los dos gobiernos más corruptos de Asia, puede y debe tirar polvo a los ojos de los norteamericanos.

Ahora veamos más de sus palabras “milagrosas”: “Estoy convencida, ahora más que nunca, que la propagación de la democracia es la única estrategia a largo plazo para derrotar el terrorismo global”.

¡Buena máxima! Pero, ¿estuvieron los norteamericanos o Karzai y Cia. “propagando la democracia” desde 2001? Después del 11/9 cuando Estados Unidos decidió bombardear nuestro herido país y tomar la vida de varios miles de civiles inocentes ayudó a la Alianza del Norte, hambrienta de sangre, a tomar el poder. La Alianza del Norte está compuesta por esos violadores ocupados en el comercio del opio bajo las mismas narices de las tropas norteamericanas. Es la gente que está detrás de la inseguridad, secuestros, malversación de miles de millones de dólares de ayuda extranjera, injusticias, restricciones en contra de las mujeres, cobertura de asesinatos a la luz del día y etcétera, etc.

Incluyen gente como el Dr Abdullah, Younis Qanooni, Zia Massud, Karim Khalili, Burhanuddin Rabbani, Mohaqiq, Sarwar Danish, Mosouda Jalal, Nematullah Shahrani, Ismail Khanm Sediqa Balkhi, Rasul Sayyaf, Ikram Masoomi, Rashid Dostum, Mullah Fazil Hadi Shinwari, Amena Afzali y otros. Están manchados con la sangre de cientos de miles de residentes de Kabul. Todas estas damas y estos caballeros tienen la vergonzosa cicatriz de inhumanas brutalidades cometidas contra nuestra gente en los años más negros de 1992-1996. Son “nuestros” ministros, vice presidentes y consejeros del Presidente. La mayoría de los embajadores afganos, gobernadores, secretarios y otros funcionarios de alto cargo también están afiliados con la mafia de la Alianza del Norte.

¿No los conoce, Sra. Tebelius? El New York Times y Los Angeles Times nombraron a algunos de ellos hace unos meses, incluyendo a uno de los hermanos de Karzai. Por supuesto que Human Rights Watch (HRW) y otras organizaciones han publicado muchos más nombres. Sin embargo, Ud., Sra. Tebelius, está haciendo un esfuerzo sobrenatural para mostrar a estos criminales y espías como personas honorables bajo cuyo mando la “democracia” se “propagará” y un “milagro” electoral ¡ya se ha llevado a cabo!, lo cual solo muestra la punta del iceberg:

- El 70 por ciento de los votantes elegibles acudieron a las urnas para las elecciones presidenciales. Sin embargo, la cifra total del resultado de las “milagrosas” elecciones son de menos del 40 por ciento y en algunas zonas incluso menos del 30 por ciento.

- Un informe de HRW decía: “Además del temor al Taliban y otras fuerzas insurgentes, que se encuentran principalmente en el sur y en el sudeste, muchos votantes y candidatos expresaron su preocupación a Human Rights Watch sobre su vulnerabilidad en las manos de las fuerzas de los guerrilleros, la milicia oficial o de facto ostensiblemente aliados con el gobierno:

“Candidatos y organizadores políticos se quejaron a Human Rights Watch de casos en que comandantes locales u hombres fuertes, u oficiales gubernamentales locales relacionados con ellos, han hecho reuniones en las que les dijeron a los votantes y a los lideres de la comunidad a quien votar. En algunos casos, candidatos y sus partidarios alegaron que los habían amenazado directamente.” [1]

- Uno de los factores principales que decepcionó a la gente al momento de votar fue que figuras indecentes tuvieron el derecho de postularse. Por ejemplo miembros del Taliban incluyendo su ministro de asuntos externos y el jefe de su tan temida policía secreta religiosa, conocida por ejecutar y abusar de miles de hombres y mujeres; criminales de la banda terrorista infame de Gulbuddin Hekmatyar y miembros de alto nivel del régimen marioneta manejado por los Soviéticos.

Un observador de la Unión Europea dijo que durante la campaña existieron intimidaciones, intervención de funcionarios, listas de votantes inadecuadas y asesinato “deplorable” de candidatos y trabajadores de las elecciones.

- La llamada Comisión de Quejas Electorales recibió cientos de notas sobre delitos de los líderes fundamentalistas, pero con excepción de algunos chivos expiatorios, ninguno de ellos fue descalificado. Y, ¿sabe Ud. Sra. Tebelius quién es el jefe de la Comisión? Bismullah Bismil, un fundamentalista infame y familiar cercano de Ismail Khan.

- Algunos delitos fueron tan obvios que incluso informes pro-gubernamentales e informes pro-fundamentalistas no pudieron evitar ponerlos en evidencia.

- En algunos distritos las mujeres no pudieron participar en las elecciones por problemas de seguridad. Sin embargo, miles de votos de las mujeres llegaron a las urnas de alguna forma.

- Candidatos parlamentarios y de consejos provinciales de la Provincia de Kapisa, anti-fundamentalistas y anti-gobierno, emitieron un informe conjunto donde condenaban irregularidades en las elecciones y desistieron de la campaña.

- En todas las áreas donde hay guerrilleros, miles de votos fueron marcados a favor de determinados candidatos, y jóvenes menores de 18 años fueron llevados a votar.

- Las urnas fueron retenidas durante 48 horas antes de trasladarlas a las estaciones de voto.

- La Sra. Shokria Barekzai, participante de Kabul alegó que frente a sus mismos ojos, introdujeron diez votos a su nombre para otro candidato.

- En la provincia de Kunduz fueron emitidos 260.000 votos pero 6.000 fueron excluidos a favor de un candidato pro-fundamentalista.

- En algunas boletas, los votantes habían escrito palabras como “es un asesino”, “es un bandido” “es un agente extranjero”, “Es un Taliban”, etc.. en contra de algunos candidatos, pero todos fueron contados como votos válidos.

- Miles de votos a candidatos independientes fueron quemados y miles de votos falsos fueron agregados en las urnas para los candidatos pro fundamentalistas y pro Karzai.

- Estaba prohibido que los supervisores y los contadores de votos llevaras con ellos lapiceras. Pero durante una inspección en el centro de votos de la provincia de Nangarhar, fueron halladas mas de 200 lapiceras de los trabajadores. Cuando le pregunte a una maestra de mediana edad cual era su candidato favorito, contestó: “¿Cómo puedo votar por el Ingeniero Ghaffar, o Hazarat Ali u otros como ellos que tienen sangre en sus manos?”

- En una circunscripción de la provincia de Paktia el número de votantes era 10.000 pero al menos veinte mil votos fueron contados ahí. Un hombre de 30 años de Pakta que no quería votar me dijo: “Cuando veo que un traidor como el General Shahnawaz Tanai esta tan abiertamente activo en la campaña electoral, entiendo que tan anti democrática y ridícula es esta elección.”

- En la provincia de Farah, Naim Khan Farahi, el mayor terrateniente de la provincia, directamente apoyado por el gobierno, por la UNAMA de las Naciones Unidas y por sus hombres armados, se convirtió en el “primer ganador” cometiendo todo tipo de irregularidad. Un sobrino de esta persona es el jefe de UNAMA en Farah. En el distrito de Farahrod otro sobrino de él (Zabet Jalil) forzaba a la gente por medio de sus hombres armados a votar por su tío.

- La mayor parte de la población de Farah opina que si no hubiera habido tal fraude en las elecciones, Malaali Joya hubiera reunido al menos el cincuenta por ciento de los votos.

- El régimen de Irán marcó su presencia en Farah, así como también en las provincias de Herat y Nimroz. Las agencias de inteligencia de Irán donaron 100 millones de Toman (aproximadamente USD 117.000) a Haji Taimor Shah. Sus inmensas propagandas de color resaltaban entre el resto.

- El escándalo de las elecciones se propagó tanto que incluso el terrorista Al-Zawahiri habló del tema en su declaración del 20 de septiembre: “Las elecciones tuvieron lugar bajo el terror de los guerrilleros afganos. Las elecciones fueron una máscara mas que cualquier otra cosa, ya que varias regiones del país se encuentran bajo el control de guerrilleros y de observadores internacionales…inclusive las urnas permanecieron en las manos de los guerrilleros, bandidos y de agentes norteamericanos antes de ser depositadas en los centros de voto.”

Para que tengan otra idea de la escala de corrupción y del régimen de Karzai, les pedimos que presten atención a un documento confidencial recientemente revelado por el Dr. Ramazan Bashardost. Ni bien el Dr. Bashardost fue asignado como Ministro de Planeamiento intentó frenar las actividades de 2.000 ONGs sospechosas y fabricantes de dinero, pero lo forzaron a renunciar de inmediato. De acuerdo al documento, el vocero presidencial, ministros y funcionarios de alto cargo jerárquico, además de otras subvenciones, reciben hasta $ 36.000 anualmente de una empresa británica. Mientras, los minusvalidos reciben $ 6 y los empleados gubernamentales comunes obtienen $ 60 por mes solamente.

La corrupción abrumadora aumentó a los más altos niveles. “El Presidente me pidió que asumiera la responsabilidad de la Administración de la Lucha contra la Corrupción”, dice Bashardost, “Sin embargo le dije que la tomaría si pudiera comenzar por el Palacio Presidencial.”

En una entrevista con Reuters el 30 de agosto de 2005, dice:

“Los miembros del Gobierno, las ONGs, el gran personal de embajadas, el personal de las Naciones Unidas… crean un sistema de mafia y uno puede ver el resultado.” [2]

“Hemos recibido casi $12 mil millones en los últimos tres años, ¿Dónde esta el dinero?” dijo, refiriéndose a la ayuda internacional desde la caída del Taliban a fines del 2001.”

“El pueblo afgano está en contra de los guerrilleros, ¿Por qué la comunidad internacional, porqué el gobierno afgano apoya a los guerrilleros?”

“En las provincias, todos los gobernadores son ex guerrilleros, todos jefes de policía, y el pueblo afgano no acepta esta situación.”

- Y etcétera.

No es difícil predecir cual será el resultado de estas elecciones “milagrosas” en las que Ud. se consuela. Un parlamento repleto de los fundamentalistas más crueles, misógino, anti democrático y fundamentalistas reaccionarios encabezados por traficantes de drogas repugnantes como Sayyaf, Qanoni, Rabbani, Mohaqqiq, Pairam Qul, Hazrat Ali y otros por el estilo. Estos fascistas religiosos apoyados por los Estados Unidos nunca van a “promover la democracia”, sino que intentará “legitimar” y perpetuar su dominio sangriento en nuestro pueblo como “legisladores”.

Sra. Tebelius, cualquier persona que quiera ser tomado como amigo del pueblo de Afganistán y no del actual régimen, ella o el tiene que exponer a los fundamentalistas y a sus acciones peligrosas y evitar bailar al son del gobierno de los Estados Unidos o de sus jóvenes de ojos azules en Afganistán. Como escribió Aldous Huxley, “El objetivo del propagandista es hacer que un grupo de personas se olvide que otros grupos de gente son humanos”. Por favor no juegue el papel del propagandista.

Aun mas, al llamar “el milagro de Afganistán” a las elecciones mas escandalosas del mundo, ha insultado a millones de afganos que no votaron por los asesinos de sus seres queridos. ¿No se da cuenta que doloroso y vergonzoso es difundir tal barbaridad?

Esperamos reconocerla en el futuro como una sincera amiga de nuestro pueblo.

Mehmooda Shekiba, RAWA
Kabul
25 de octubre de 2005


Mehmooda Sheikiba es una activista de la Revolutionary Association of the Women of Afghanistan (RAWA) (Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán) quien ha trabajado en el comité de publicaciones de RAWA durante los últimos cinco años.

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1- Trabajador de Human Rights Watch, “Key Areas of Concern. The Threat from Taliban and Insurgent Forces” (Temas clave de preocupación. La amenaza del Taliban y de otras fuerzas insurgentes) (Agosto de 2005)

2- De Robert Birsel, “Afghan Former Minister Takes Aim at ‘Mafia System’, (Ex Ministro afgano apunta al ‘Sistema de Mafias’) (30 de agosto de 2005 a las 3:53 AM ET) en http:/today.reuters.com/News/CrisesArticle.aspx?storyId=ISL51261




El Milagro de Afganistán

The Seattle Times (4 de octubre de 2005)
Por Diane Tebelius

Recién llegada de Kabul, donde trabajé como observadora de las elecciones parlamentarias de Afganistán para los Estados Unidos, estoy convencida, ahora más que nunca, que la difusión de la democracia es la única estrategia a largo plazo para derrotar al terrorismo global.

Fui testigo directo del “milagro” de Afganistán. El pueblo afgano ve a los norteamericanos como liberadores y están agradecidos por nuestro apoyo, pero nuestra delegación nunca salió del hotel sin personal de seguridad o sin chalecos antibalas de 30 libras. Y ese es el escenario actual en Afganistán – la esperanza de la democracia, obscurecida por la incertidumbre del terrorismo.

Para las elecciones parlamentarias históricas, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, desafiaron las continuas amenazas del Taliban y votaron por un futuro libre de opresión y violencia. Se postularon casi 6.000 candidatos para los 249 puestos en la Asamblea Nacional y para los 34 consejos provinciales.

Ya que los índices de analfabetismo son altos – 80 por ciento en las mujeres, dado en parte a la política del Taliban que prohibía que las mujeres tuvieran acceso a la educación, y 50 por ciento en los hombres – los votos incluían la foto del candidato y un símbolo para ese mismo candidato. Y como había mas candidatos que símbolos reconocibles, algunos tenían símbolos como “un león”, “dos leones”, e incluso “tres leones”. Las propagandas fueron colocadas por toda la ciudad antes de la elección para identificar a cada candidato con su correspondiente símbolo.

Lo que mas me sorprendió de estos candidatos fueron los temas de los que hablaban: los mismos que tenemos nosotros en los debates públicos en Washington. Transporte, seguridad y empleo encabezaban las distintas campañas. Sin embargo, a diferencia de Washington, donde debatimos millones de dólares para prolongar autopistas o agregar líneas de micro, los afganos piden que pavimenten sus rutas.

Infraestructura, oportunidad económica, seguridad pública y educación deben existir dentro del contexto de una sociedad libre. Un pueblo prospero y libre no se auto arrojará bombas y matará mujeres y niños inocentes por ningún motivo.

Al debatir las “raíces” del terrorismo, uno puede hablar sobre programas para ayudar a los pobres, o reducción de la deuda o de las relaciones diplomáticas. Pero si las palabras “nosotros el pueblo”, o “la emancipación de las mujeres”, o “respeto a la ley”, no tienen ningún significado, entonces solo existe la tiranía.

Las mujeres que venden mercancías en las calles de Kabul pueden ahora caminar libremente y sin temor de ser golpeadas si no están cubiertas de pies a cabeza. Las mujeres que fueron una vez prisioneras en sus propios hogares porque era contra la ley que fueran vistas en público sin un hombre, ahora llevan a sus hijas al colegio alegremente.

Allí también yace una clave para luchar contra el terrorismo. Encuestas hechas a musulmanes después de los ataques en Londres muestran que las mujeres, por un gran margen, aprueban mucho menos la ideología del terrorismo que los hombres.

Liberas a las mujeres, y comienzas a asegurar generaciones futuras de las manos de Osama bin Laden y su cultura de odio y muerte.

Pero construir la democracia y las instituciones que sirven para el bien común y protegen los derechos individuales, significa que uno nunca puede escapar de la incertidumbre.

La historia de Afganistán y otras democracias emergentes del mundo, deberían inspirarnos a seguir el camino. Estados Unidos y los países libres del mundo deben continuar dando ayuda y sí, incluso apoyo militar al pueblo de Afganistán.

El momento más memorable fue cuando conocí a una joven mujer que había perdido a su padre en las guerras civiles. Ella junto con su madre y su hermano se fueron a Pakistán y volvieron cuando el Taliban tomó el control. Tuvieron que abandonar nuevamente Afganistán ya que ella no podía ir a la escuela ni trabajar. Le pregunte porqué decidieron regresar cuando cayó el Taliban, a pesar de la incertidumbre. “Porque amo a mi país”, fue su sincera respuesta.

Este es el futuro y la esperanza de Afganistán. Con la continua ayuda internacional, los afganos lo lograrán, el terrorismo será derrocado en el país y el mundo será mas seguro.

Diane Tebelius, ex fiscal federal y candidata republicana al Congreso, es abogada en Seattle. Trabajó como observadora en las elecciones afganas bajo el patrocinio del Instituto Republicano Internacional., una organización sin fines de lucro que promueve el crecimiento de la libertad y de los derechos humanos a nivel global. El Instituto Republicano Internacional no está afiliado con el Partido Republicano; recibe fondos de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos.



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